Es un tratamiento que realizamos en dientes temporales, “de leche” para intentar conservarlo el mayor tiempo posible. Consiste en la eliminación de la pulpa cameral, dejando el nervio de las raíces. Se realiza cuando la caries es muy profunda y no ha habido sintomatología previa ni infección.
Consiste en la eliminación del tejido pulpar completo y posteriormente relleno de conductos con material que se reabsorberá junto a las raíces para la caída normal del diente temporal.
En niños se realiza una primera fase de Ortodoncia (Ortopedia Dental) que tiene como objetivo resolver problemas funcionales y de mordida, actuando sobre su crecimiento óseo y evitando futuros tratamientos de ortodoncia más agresivos.
La primera visita al dentista es recomendable realizarla con la salida del primer diente de leche o al primer año de vida.
Lo ideal es realizar revisiones cada 6 meses. Una vez se haya completado el recambio de los dientes, pasará a ser una vez al año.
Las limpiezas en los niños, al igual que en los adultos, se recomiendan una vez al año, además de complementarse con aportación de flúor.
El flúor es muy aconsejable para prevenir las caries dentales. Este producto otorga tres beneficios a los dientes: aumenta la resistencia del esmalte, es antibacteriano, o sea, que actúa frente al crecimiento de bacterias que producen el sarro, y permite remineralizar la capa del esmalte.
Pastas de dientes que contengan una cantidad de entre 1000 y 1500 partes por millón de flúor.